¿Qué tipos de tarjetas VISA existen?

Escrito por Davies en tarjetas / Tiempo de lectura: 6 minutes.

Si se lo decimos a cualquier persona joven le parecerá que le estamos tomando el pelo, pero hubo un tiempo en que la única manera de pagar cuando ibas a comprar era con dinero en efectivo.

Al visitar una tienda, los consumidores de cualquier producto o servicio no tenían más remedio que cargar con monedas y billetes. Literalmente no existía otra manera: no se había inventado.

Las cosas fueron así hasta los años ’50 del siglo pasado, cuando en Estados Unidos se inventaron las tarjetas de pago. El sistema, de todas formas, no se llegó a popularizar a gran escala hasta los años ’70, época en que la informatización hizo que su manejo se hiciera fácil y cómodo tanto para los comerciantes como para los compradores.

Desde entonces, la tecnología se ha ido expandiendo no solo por América, sino por todo el planeta. Raro es el lugar del mundo donde no admitan pagos con tarjeta.

De hecho, a lo largo de los últimos años el método ha ido evolucionando para desarrollar nuevas modalidades adaptadas a necesidades y circunstancias concretas.

¿Las conoces? ¡Sigue leyendo, que te las presentamos!

 

Visa, la referencia en tarjetas de pago

En el titular de este post hablamos de “tipos de tarjetas VISA” porque esta es la compañía más importante a nivel mundial en el servicio de tarjetas de pago. Se trata de una empresa estadounidense nacida en 1958 como filial del Bank of America.

Pero VISA, en rigor, no es un banco en sí misma, sino más bien un intermediario.

Su misión es expedir tarjetas y otros sistemas de pago respaldados por las cuentas corrientes de cualquier banco del planeta, y poner en marcha los métodos para que esas tarjetas puedan funcionar en cualquier lugar del mundo. De esta manera, el propietario del comercio donde estéis comprando y tú no necesitáis ser clientes del mismo banco para poder transferir el dinero.

Visa cuenta con cuatro centros de operación repartidos por el mundo: dos en Estados Unidos, uno en Londres y otro en Singapur. Los cuatro funcionan de forma coordinada pero independiente, de manera que, en el improbable caso de que alguno dejara de funcionar, las operaciones con tu tarjeta se podrían seguir procesando sin problema.

La compañía afirma que está presente en más de 200 países del mundo y que es capaz de gestionar más de 65.000 trámites por segundo. Con sus tarjetas se puede no solamente pagar, sino también sacar dinero en efectivo en cajeros automáticos.

 

Tarjetas VISA de crédito y de débito

Todas las tarjetas que expide VISA se pueden dividir, a grandes rasgos, en dos grupos:

  • Tarjetas de crédito. Su nombre procede de que funcionan aproximadamente como si el banco que la expide hiciera un préstamo al usuario. Este hace sus compras, pero no las abona en el momento, sino que en el plazo establecido (normalmente a final de cada mes) llega una factura que el consumidor tiene obligación de pagar. Según las condiciones ofrecidas por el banco, al tratarse de un crédito, habrá un tipo de interés mayor o menor, o no habrá ninguno en absoluto. Los bancos suelen fijar también un límite al dinero que el usuario puede gastar en cada periodo de tiempo, que se negocia en función de la solvencia del cliente. Son útiles, por ejemplo, en caso de tener que afrontar un gasto grande para el que no tengas dinero suficiente en este momento, pero preveas ingresarlo pronto; la contrapartida es que tienes el riesgo de contraer una deuda si esos ingresos que esperabas no te llegan.
  • Tarjetas de débito. Estas tarjetas están vinculadas directamente a la cuenta que tenga el usuario en la entidad bancaria. El dinero para hacer el pago se extrae inmediatamente de ella. No hay crédito, es decir, no hay nadie que preste dinero al usuario, de manera que no hay intereses que pagar. De igual manera, el límite de gasto que tienes es lo que haya en tu cuenta, ni un céntimo más. No contraerás deudas, pero si puntualmente necesitas hacer un gasto más grande de lo habitual para el que ahora mismo no tengas fondos suficientes, con ellas no vas a poder. En España en particular, y en Europa occidental en general, son las más populares actualmente.

Existe un tercer tipo que no se puede incluir en ninguna de las dos categorías debido a que no está vinculado a una cuenta bancaria propia del usuario. Se trata de las tarjetas prepagadas.

En ellas, el dinero está guardado en la propia tarjeta, de manera que no es preciso acceder a la red del banco para sacarlo. Así, mientras las tarjetas de crédito y de débito están a nombre del usuario (y por tanto, en última instancia, sus movimientos se pueden llegar a rastrear), estas son completamente anónimas. Suelen entregarse en forma de tarjetas-regalo y cuando el saldo del que disponen se agota pierden su función, así que se pueden desechar.

 

Los distintos tipos de tarjetas VISA de crédito y débito

Dentro de las tarjetas de crédito que ofrece VISA existen distintos tipos:

  • Classic
  • Gold
  • Platinum
  • Signature
  • Infinite

Los cuatro primeros tipos de VISA también existen en forma de tarjetas de débito.

Las diferencias entre ellas se resumen en los distintos beneficios y servicios adicionales que ofrecen. Por ejemplo, las Infinite, que son las que dan más prestaciones, tienen coberturas como seguro de viajes para pérdidas de conexiones, retrasos o cancelaciones, protección de precios (pago de la diferencia si en un plazo de 30 días encuentras el producto comprado más barato), garantía extendida para algunos productos, protección contra robos o accidentes, seguro adicional en el alquiler de vehículos, un programa de premios por consumo, etcétera.

Acceder a una u otra dependerá de lo que te ofrezca el banco en función de tu situación económica. También es posible que en tu país de residencia solo estén disponibles algunos tipos de tarjetas VISA concretos.

 

Tarjetas VISA con criptomonedas

Una variante poco conocida pero en plena fase de crecimiento es la posibilidad de vincular la tarjeta VISA no a una cuenta bancaria con dinero fiduciario, sino a una de criptomonedas, aprovechando que algunas de ellas, como Davies, ya lo permiten.

De esta manera se añade una más a las numerosas ventajas de las criptomonedas: la posibilidad de pagar directamente con ellas en cualquier establecimiento que admita todos los tipos de tarjetas VISA. Que son más de 50 millones de comercios en todo el mundo.

En este caso VISA se encarga de ofrecer su garantía mundial de pago seguro. Además, facilita la tarea de pagar en comercios de cualquier lugar del planeta, puesto que desaparece la necesidad de disponer de cuenta bancaria en el país correspondiente. Y las operaciones se pueden realizar de forma totalmente anónima, como si se tratara de dinero en efectivo.

¿Quieres conocer a fondo esta y otras ventajas de las criptomonedas para tu economía cotidiana? ¡No dudes en consultarnos! Estaremos encantados de resolver todas tus dudas.