¿Pueden acabar las criptomonedas con el sistema bancario?

Escrito por Davies en / Tiempo de lectura: 5 minutes.

Puede que a muchos de vosotros todavía os resulte un concepto casi desconocido. Otros, sin embargo, ya os habréis percatado de algunos puntos relacionados con las monedas virtuales. Sea como sea, la realidad que comenzó a gestarse desde el lanzamiento del Bitcoin en 2009 se ha teñido de la revolución del sistema bancario. Su carácter descentralizado ha abierto un mundo de posibilidades. Tanto que, en la actualidad, ya no se habla únicamente de esta divisa, sino de múltiples criptomonedas que han surgido desde entonces. Sirvan de ejemplo el Litecoin, Ether y Ripple.

Pero ¿cómo están cambiando la manera en que gastamos y ahorramos nuestro dinero?, ¿cómo nos permiten realizar las transacciones?, ¿serán las criptomonedas la oportunidad perfecta para reformar el dinero?, ¿estamos ante las monedas del futuro?

 

Un reflejo de lo que está ocurriendo

El incremento de los intercambios comerciales con las criptomonedas, así como su aceptación cada vez más extendida, han sido notables en los últimos nueve años. 2018 ha hecho eco de este fenómeno, pues algunos medios digitales ya han reflejado la realidad que se está gestando mediante los siguientes titulares:

  • ABC; Las empresas se suman a la fiebre de las criptomonedas
  • EMPRENEM; Cómo invertir en criptomonedas en 2018
  • EL MUNDO; Criptomonedas y nuevas tecnologías

Alguien, en algún momento, soñó con crear una criptomoneda que pudiera reemplazar nuestro sistema financiero actual. ¿Serán las divisas virtuales capaces de conseguirlo?

Hoy, queremos compartir contigo parte de su historia. ¿Estás preparado?

 

Una historia con sabor a conciencia

Todo comenzó con un sueño, el de crear una moneda criptográficamente segura que pudiese ser utilizada como una forma de dinero universal. Al tiempo, buscaba reemplazar todas las formas de moneda fiduciaria en el mundo. Con el paso de los años, el carácter abierto del código del Bitcoin hizo que la gente pudiera crear su propia versión, dando lugar a nuevas criptomonedas.

La tecnología tiene mucho que ver en esto, os cuento por qué. El mundo está cambiando a gran velocidad, lo que afecta, inevitablemente, a la manera cotidiana en la que realizamos nuestras actividades diarias, la manera en la que nos comunicamos, la forma en la que viajamos y el modo en el que gastamos nuestro dinero. Las innovaciones tecnológicas no hacen mejor o peor nuestra forma de vida, sino que la hacen más conveniente y más adaptada a nuestras necesidades. Quizás porque buscamos la rapidez, la eficiencia y la seguridad en todo cuanto hacemos, y conseguirlo solo es posible gracias a la tecnología.

A pocos nos cabe duda de que este paradigma se ha involucrado en cada una de las áreas de nuestra vida. Este post es un claro ejemplo del significativo cambio que están experimentando las formas en las que obtenemos el dinero, cómo lo guardamos y cómo lo gastamos. Hace tiempo que el dinero en efectivo dejó de ser el más popular. De repente, nuestro mundo comenzó a ser transformado digitalmente. Las cosas parecían estar en línea y la interconexión llegaba hacia nosotros mismos. Como consecuencia, el uso del dinero también ha sido transformado.

Ya no hablamos únicamente de la aparición de PayPal o de las transferencias bancarias a través del teléfono o de las computadoras. El mundo, ahora, va mucho más allá. Las monedas virtuales han cobrado especial importancia en los últimos nueve años. El valor de cada una de ellas las convierte en únicas e individuales. Sin embargo, pese a que uno de los objetivos principales que han tenido en mente los usuarios ha sido el de comprar y vender rápidamente, su propósito va más allá. ¿Qué tal si os hablamos de una moneda altamente utilizable? Una moneda que pueda ser usada para algo tan habitual como ir de compras. Una moneda que cualquier persona pueda utilizar para comprar lo que necesite.

Buscar un hueco en la economía global no es una tarea fácil, pues ya lo hemos visto con Bitcoin, cuando experimentó las primeras caídas en su crecimiento al tratar de alcanzar este objetivo. El precio se desplomó y el valor cambió rotundamente, pero algo desvió su rumbo. A partir de 2012, el mundo comenzó a tomar conciencia de las ventajas de utilizar la moneda virtual, especialmente al poder enviar dinero a cualquier parte del mundo.

La gente se ha ido dando cuenta de que pueden tener el control total sobre su dinero. Ellos pueden ser los dueños y no los bancos. Las crisis financieras también han desempeñado un papel fundamental en este sentido, y es que algunas como las de Grecia y Venezuela han hecho que la gente quiera asegurarse la protección de su economía, de manera que han encontrado en las criptomonedas una forma de conseguirlo.

En la actualidad, las monedas virtuales brindan la posibilidad de realizar transacciones de persona a persona sin intermediarios. Por ello, ha surgido una nueva economía compartida. ¿Qué ocurriría si las empresas aceptaran las criptomonedas como un método de pago para sus productos y servicios?

 

Por tanto, ¿pueden acabar las criptomonedas con el sistema bancario?

La respuesta a esta pregunta solo puede venir de la mano del tiempo, pero es cierto que es una preocupación real entre el sistema. No obstante, los cambios y la velocidad constantes y vertiginosos con los que se transforma el mundo hacen prácticamente imprevisible lo que pueda ocurrir de aquí a diez años. De lo que sí estamos seguros es de que millones de personas recurren cada vez más a sus teléfonos móviles para gestionar su dinero. Y ya no nos referimos únicamente para pagar, sino también para solicitar préstamos.

Las criptomonedas siguen creciendo, y sus posibilidades son cada vez mayores. Incluso, en este momento, ya se ha creado alguna moneda virtual que permitirá realizar préstamos entre particulares. La seguridad de estas monedas, así como la integridad y el equilibrio de sus estados de cuentas sin intermediarios, han hecho posible el llamado ‘internet del valor’. Los bancos centrales han encontrado una clara amenaza con estas monedas virtuales, de manera que han reaccionado y se han convencido a sí mismos de actuar contra las criptomonedas para asegurar que no se  enraícen y minen la confianza en los bancos centrales, como declaró el jefe del Banco de Pagos Internacionales (BPI).

Y tú, ¿qué piensas al respecto?